Thursday, December 22, 2005

Feliz Navidad (La Guerra por regalar el objeto perfecto aún continúa)

Las chimeneas se comienzan a prender, el olor a pino se percibe por doquier y llega el momento de comenzar a luchar en los centros comerciales para poder encontrar aquel regalo que tu familia vaya a disfrutar enormemente, o por lo menos que utilice las primeras semanas del año para posteriormente guardarlo con el resto de los regalos inservibles que les has dado a lo largo de los años, como los calcetines de Santa Claus o el cepillo de dientes eléctrico para la mascota. Música, por otro lado, siempre es un buen regalo, ¿o no?

Sabemos que en épocas navideñas las disqueras comienzan a sacar su catálogo discográfico más llamativo para poder aprovechar el frenesí de tener que comprar regalos, y es así como las compilaciones, los best ofs y las reediciones llenan los anaqueles de las tiendas de discos. Y como estrellas de este tumulto de álbumes se encuentran los discos navideños; Versiones instrumentales de “Blanca Navidad”, versiones rockeras de “Santa Claus is coming to town” y cientos de variaciones del limitado repertorio de canciones navideñas protagonizan intercambios navideños y descansan bajo el querido arbolito luminoso.

Queremos que nuestros regalos vayan más allá de cumplir con la obligación social de quedar bien con el primo o de poder recibir un buen abrazo de la abuela. Si vamos a gastar dinero en un objeto “sorpresa” queremos que éste sea algo que se sigue utilizando durante muchos años después. ¿Acaso regalamos discos con “Feliz Cumpleaños” en los aniversarios de nuestros amigos? Claro que no. Y es por esto que la música navideña no es un buen regalo en Navidad (vaya ironía ¿no?).

Más allá de los clásicos navideños (“Jingle Bells”, etc.) y su valor nostálgico, existe solamente UNA canción navideña valiosa: “Happy Xmas (War is Over)” del incomparable John Lennon. Hablo de una canción dentro de todas las piezas navideñas que va más allá de ser un objeto kitsch o un creador de ambiente en la cena navideña. “Happy Xmas (War is Over)” tiene ese valor de atemporalidad que la hace una buena canción fuera de las épocas decembrinas. ¿Acaso “White Christmas” se disfruta de igual manera en una noche friolenta en invierno al igual que al ir manejando al lado de la costa una mañana calurosa de verano?

Después de todo esto, y si aun sigues leyendo esta columna, probablemente pensarás que soy una especie de Grinch que odia todo lo relacionado con las fiestas navideñas, en especial la música. Probablemente tengas cierta razón, pero lo hago con el fin de convencer a todos aquellos con migraña al no poder encontrar el regalo adecuado de ver la alternativa más sencilla y exitosa: un disco compilado por ti mismo. Así de fácil; un disco quemado con una selección personal dirigida a la persona que va a recibir el regalo. Después de incluir todas aquellas canciones que sabes que gustarán, al final, y para cerrar con broche de oro… “Happy Xmas (War is Over)”. Al incluir esta canción al final del tracklist te aseguras que aquel que recibió esta fabulosa compilación recuerde por el resto del tiempo (o hasta que pierda el disco) que fue un regalo navideño sin tenerlo que bombardear con una versión más de “Little Drummer Boy”.

Al regalar música navideña esperamos la misma reacción que cuando regalamos calcetines con un Santa Claus bordado en ellos: una sonrisa, talvez una risa, y que no sean sacados del clóset hasta el próximo año (en el mejor de los casos). Regalar música es la mejor opción en cualquier celebración, si es bien escogida. “Feliz Navidad (la guerra aún continúa)” y mucha suerte al abrir los regalos.


Arturo R. Jiménez es parte del equipo de programación de IBERO 90.9 RADIO y no es tan insufrible en persona como en sus textos.

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